-
Posted By admin
-
-
Comments 0
La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Afecta principalmente los pulmones, pero también puede afectar otros órganos como el cerebro, los riñones o los huesos. Aunque la tuberculosis puede ser mortal si no se trata adecuadamente, es una enfermedad curable y prevenible.
Chile presenta una baja incidencia relativa de tuberculosis dentro de América Latina, cercana a 13 casos nuevos por 100.000 habitantes. Se mantiene estable y ha sido difícil lograr descensos significativos en la última década. Se concentra en la población adulta y grupos de riesgo, la tasa de mortalidad por tuberculosis fue 1,5 por 100.000
habitantes en el 2012.
¿Cómo se contagia la tuberculosis?
Ahora que ya sabes, en términos generales, qué es la tuberculosis, te contamos que se contagia a través del aire cuando una persona infectada con la bacteria expulsa gotas de saliva o moco al toser, estornudar, hablar o escupir. Estas gotas pueden ser inhaladas por otras personas y, si contienen la bacteria de la tuberculosis, pueden infectarlos. Sin embargo, es importante destacar que no todas las personas infectadas desarrollan síntomas de la enfermedad activa.
Factores de riesgo y síntomas de la tuberculosis
Algunos factores aumentan el riesgo de contraer tuberculosis, como tener un sistema inmunológico debilitado, vivir en condiciones de hacinamiento, estar en contacto cercano con una persona infectada o padecer enfermedades como el VIH/SIDA. Los síntomas comunes de la tuberculosis incluyen tos persistente, pérdida de peso inexplicada, fiebre, sudoración nocturna y fatiga. Si se sospecha de tuberculosis, es fundamental buscar atención médica de inmediato.
Tratamientos para la tuberculosis
El tratamiento de la tuberculosis generalmente incluye una combinación de medicamentos antimicrobianos específicos durante un período prolongado, que suele ser de al menos seis meses. Es importante completar todo el curso del tratamiento, incluso si los síntomas desaparecen antes, para prevenir la aparición de cepas resistentes a los medicamentos. En algunos casos, puede ser necesaria una hospitalización para controlar la propagación de la enfermedad.
Prevención de la tuberculosis
La prevención de la tuberculosis se basa en dos estrategias principales: la detección y el tratamiento tempranos de las personas infectadas, y la prevención de la transmisión de la enfermedad. Algunas medidas para prevenir la tuberculosis incluyen:
Vacunación: La vacuna BCG se utiliza en algunos países para prevenir las formas graves de la enfermedad en los niños.
Diagnóstico y tratamiento tempranos: Es fundamental buscar atención médica si se presentan síntomas de tuberculosis para un diagnóstico y tratamiento precoces.
Identificación y seguimiento de contactos: Las personas que han estado en contacto cercano con un caso de tuberculosis deben ser evaluadas y, si es necesario, recibir tratamiento preventivo.
Medidas de control de infecciones: Las personas con tuberculosis activa deben seguir medidas de higiene respiratoria, como cubrirse la boca al toser o estornudar, y mantener una buena ventilación en los espacios cerrados.
Tratamiento de la infección latente: Las personas con infección latente de tuberculosis pueden recibir medicamentos preventivos para evitar que la enfermedad se desarrolle en el futuro.
En caso de que algún familiar pueda tener síntomas parecidos a los descritos, no dudes en contactar nuestro servicio de médicos a domicilio, sómos Aló Médico.